19 enero, 2017La IndustriALL Global Union y la UNI Global Union han lanzado una campaña en línea para pedir al Gobierno de Bangladesh que libere inmediata e incondicionalmente a los dirigentes sindicales de la confección detenidos en las últimas semanas.
En un alarmante retroceso sobre los derechos de los trabajadores y la democracia en el país, al menos 11 dirigentes y militantes sindicales han sido detenidos. Al mismo tiempo, las fuerzas de seguridad han allanado las casas de líderes y voluntarios sindicales, y muchos se han escondido por temor de su seguridad.
Las oficinas sindicales en Ashulia, el centro de confección de la capital Dhaka, han sido invadidas, saqueadas y forzadas, se han quemado documentos de afiliación y se han removido los muebles.
Tras solicitar un aumento de sueldo los trabajadores de la confección en diciembre, más de 1.600 de ellos han sido despedidos, y la policía ha presentado demandas contra 600 trabajadores y líderes sindicales.
La IndustriALL y la UNI se han unido con LabourStart para una petición en línea a fin de que el Gobierno de Bangladesh libere a todos los dirigentes y activistas detenidos y cese la represión de los trabajadores de la confección.
A pesar de la represión, la primer ministro de Bangladesh, Sheikh Hasina, se ha unido a la élite mundial en Davos esta semana, y ha dicho a los líderes empresariales y a la comunidad internacional que en la industria de la confección del país existen armoniosas relaciones laborales. También ha afirmado que su país está “sumamente comprometido en garantizar el cumplimiento en la industria de la confección.”
La industria de la confección es crucial para la economía de Bangladesh, pues representa el 83 por ciento de las exportaciones, y es el segundo productor del mundo de textiles y prendas de vestir, dando empleo a 4,5 millones de trabajadores, el 80 por ciento de ellos mujeres.
La IndustriALL y la UNI han estado a la vanguardia en la mejora de los derechos de los trabajadores y la seguridad en la industria de la confección en Bangladesh, a raíz del derrumbe de la fábrica de Rana Plaza en 2013, en que murieron más de 1.100 trabajadores de la confección. Fueron los impulsores del Acuerdo de Bangladesh, un acuerdo legalmente vinculante firmado por más de 200 marcas mundiales, para inspeccionar 1.600 fábricas de ropa respecto a incendios y riesgos para la seguridad. Se ha informado o se ha resuelto más del 74% de los casos de seguridad identificados en las 1.600 fábricas.