13 marzo, 2017IndustriALL Global Union pide a sus afiliados tomar medidas para ayudar a detener el comercio mortífero del amianto. Rogamos descargar la carta adjunta para enviarla a su gobierno.
Todos los años, cientos de miles de trabajadores mueren por enfermedades causadas por exposición al amianto. Es el peor asesino industrial del mundo.
Desde hace años, muchos países han tratado de hacer que se nombre el amianto crisotilo como sustancia tóxica bajo el Convenio de Rotterdam, instrumento de las Naciones Unidas que exige que las sustancias peligrosas que figuran en la lista sean comercializadas con consentimiento previo y pleno conocimiento de sus riesgos.
Sin embargo, estos intentos han enfrentado, repetidas veces, obstáculos que han presentado unos cuantos países que todavía se benefician del comercio del amianto, en particular Rusia e India.
IndustriALL pide a los sindicatos escribir urgentemente a sus gobiernos pidiendo que apoyen la propuesta enmienda al Convenio de Rotterdam señalando que ningún país pueda ejercer el derecho a vetar alguna sustancia calificada como peligrosa, sacándola de la lista de las sustancias prohibidas.
Con esta propuesta enmienda, presentada por 12 países de la región del África, a falta de un consenso, se podría calificar una sustancia como peligrosa si una mayoría del 75% de las partes apoya esa medida.
Esta propuesta en cuestión será abordada en la próxima Conferencia de las Partes del Convenio de Rotterdam, que se realizará en Ginebra, Suiza, del 24 de abril al 5 de mayo de 2017.
Aún se extraen dos millones de toneladas anuales de amianto, las que son vendidas y utilizadas en todo el mundo. Las consecuencias mortales de este material perdurarán durante muchas décadas. Si se exigiera que los países tengan la información necesaria y den consentimiento previo para importar el amianto crisotilo, se cree que se podría reducir el comercio de este fatal mineral.
Por su parte, Valter Sanches, Secretario General de IndustriALL, señaló:
Cada cinco minutos alguien muere por exposición al asbesto y millones más sufren discapacidad y dolor. Si alguna de las partes todavía puede ejercer un veto a la ciencia y a la bondad del sentido común, se pone en tela de juicio el Convenio de Rotterdam. Contamos con el apoyo de Uds. para remediar este peligro.
Se puede descargar en esta página el modelo de carta que ha de ser enviada a su gobierno, con la cual nos ayuda a luchar por la prohibición mundial del amianto.