23 enero, 2014Ha causado indignación en todas partes del mundo la violencia que se ejerce contra los trabajadores de la confección de Camboya. El Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos ha pedido se realice una investigación sobre los hechos, para que los responsables rindan cuentas. Los sindicatos en Tailandia y Corea han manifestado su solidaridad con los trabajadores camboyanos, organizando manifestaciones frente a las embajadas de Camboya.
En enero de este año, se registró un final violento de las manifestaciones en Camboya, dando lugar a cuatro muertos, tres desaparecidos, 23 encarcelados y cientos de trabajadores despedidos. Se ha amenazado a los dirigentes sindicales que si van a la huelga, se suspenderá o se anulará el registro de los sindicatos. Las empresas han llevado a los tribunales a más de 100 casos, acusando a los dirigentes sindicales de incitar a la violencia y de causar daño a la propiedad; seis dirigentes sindicales están sujetos a órdenes de detención pendientes.
IndustriALL Global Union y la CSI se movilizaron rápidamente, enviando una delegación a Phnom Penh para hablar con el gobierno y las empresas del sector de confección. Al poco tiempo después, 30 marcas internacionales de ropa se unieron a IndustriALL, UNI y la CSI, dirigiendo una carta en términos muy firmes al gobierno, donde se exige se respeten los derechos de los trabajadores y que se vuelva a la mesa de negociaciones sobre el salario mínimo.
La industria de la confección es el mayor sector manufacturero de Camboya, con exportaciones por un valor de US$ 5 billones anuales. Aun así, los trabajadores ganan sólo US$ 80 al mes y viven en condiciones miserables. Muchos trabajadores de la confección de Camboya se ven obligados a pedir préstamos con altos intereses para poder sobrevivir al final del mes, a pesar de que comparten habitaciones con tres o cuatro compañeros de trabajo y comen solamente una vez al día.
Corea del Sur es uno de los principales países que invierten en Camboya, principalmente en los sectores de prendas de vestir, productos electrónicos y juguetes. Según la Cámara Coreana de Comercio en Camboya, dicho país es el nuevo centro de fabricación para los inversores de Corea del Sur, reemplazando a Tailandia y Vietnam.
Es realmente preocupante la información que se ha recibido, que señala que, de hecho, fueron la Embajada e inversores de Corea del Sur quienes habrían llamado a las fuerzas de seguridad. Como consecuencia de este llamado, las fuerzas de seguridad hicieron uso de sus mortíferas armas de fuego. Los sindicatos coreanos han demostrado su solidaridad con los trabajadores de Camboya, organizando una manifestación frente a la embajada de Camboya en Seúl. También entregaron una carta dirigida al primer ministro de Camboya, criticando el violento ataque contra manifestaciones pacíficas y denunciando las malas condiciones de trabajo en el sector de la confección, lo que incluye sus bajos salarios y contratos de corta duración.
Por otro lado, los sindicatos tailandeses también protestaron frente a la embajada de Camboya en Bangkok. Los activistas sindicales exigieron al gobierno detener la violencia, poner en libertad a los activistas sindicales que se hallan actualmente encarcelados, y que se lleve ante la justicia a los responsables de la matanza de personas pacíficas y de disparar contra los trabajadores. Además, los manifestantes denunciaron los bajos salarios y las largas jornadas de trabajo.
IndustriALL Global Union, junto con UNI y la CSI, continúa su campaña para procurar libertad sindical en Camboya, exigiendo se ponga en libertad a los trabajadores de la confección que se hallan presos; del mismo modo pidieron se reinicien las negociaciones sobre un salario mínimo vital, con mecanismos de negociación adecuados para garantizar aumentos salariales regulares.
Jyrki Raina, Secretario General de IndustriALL, señaló lo siguiente:
"Las marcas han confirmado públicamente su apoyo a la libertad de sindicación. Ahora les toca dejar en claro a sus proveedores en Camboya que deben respetar los derechos de los trabajadores como condición previa para que continúen sus relaciones comerciales con esas empresas. Vamos a continuar la campaña sobre los sueldos, todo el tiempo que sea necesario para procurar un salario digno para los trabajadores. Es justa la reivindicación de los trabajadores, que exigen una parte justa de los beneficios de modo que les permita vivir decentemente, considerando que ellos están creando enormes ingresos para los fabricantes y marcas."