31 octubre, 2016La IndustriALL Global Union expresa de nuevo su preocupación por la destrucción de la democracia y la demolición del estado de derecho en Turquía.
Tras el intento de golpe el 15 de julio de 2016, Turquía se rige cada vez más por decretos gubernamentales, sin el control del Parlamento elegido. La IndustriALL condenó el golpe en julio, pero también impugna la reacción del Gobierno turco, que está utilizando el fallido golpe de estado para destruir a toda la oposición democrática y consolidar el poder absoluto del presidente Recep Tayyip Erdoğan.
El 20 de julio se declaró un estado de emergencia que permite al presidente y al gabinete del partido gobernante AKP eludir el Parlamento y gobernar por decreto. A medianoche del 29 de octubre se promulgaron dos nuevos decretos, como resultado de los cuales unos 10.000 funcionarios públicos y profesores universitarios fueron despedidos, y se cerraron 15 medios de comunicación, deteniéndose a periodistas.
El director y el resto del personal de Cumhuriyet, un periódico de oposición de izquierdas, fueron detenidos en un allanamiento por sorpresa esta mañana. Desde julio se han cerrado 160 medios de comunicación, incluidas estaciones de radio y de TV, periódicos y agencias de prensa, y Turquía es ahora el mayor carcelero de periodistas del mundo.
Los funcionarios y los medios de comunicación están acusados de apoyar el “terrorismo”, y el Gobierno los ha vinculado con los seguidores del clérigo Fethullah Gülen, a quien el Gobierno culpa del golpe. Sin embargo, los fiscales no han presentado pruebas claras de esos vínculos, y se ha recurrido a la represión sin órdenes judiciales ni las debidas garantías procesales.
Estas acciones del Gobierno turco no están destinadas a identificar y llevar a los tribunales a las personas responsables del golpe fallido, sino, sobre todo, a demoler a la oposición democrática y a la sociedad civil. Mediante un decreto anterior ya no se elige democráticamente a los rectores de las universidades, sino que son designados por el presidente. Esto es un ataque a la libertad intelectual, a la libertad de pensamiento, de expresión, de opinión, de asociación y de reunión.
Los ataques a la democracia forman parte de un intento del presidente y de su partido de implantar un sistema presidencial en sustitución de la democracia parlamentaria, mediante la forma de decretos presidenciales que crean un entorno antidemocrático para la actividad política abierta, transparente y libre. Ya se ha derribado gran parte de la infraestructura democrática, y, como resultado sumamente importante, el poder judicial independiente está casi a punto de desaparecer. El sistema legal se utiliza ahora contra la sociedad civil para ahogar sus voces y sus reflejos democráticos. Se trata de controlar a los sindicatos no permitiéndoles expresar las legítimas demandas de los trabajadores, y se ponen en marcha procesos legales para limitar la libertad de asociación.
Esto forma parte de una tentativa más amplia para silenciar e intimidar a toda oposición democrática. Ha habido ataques a políticos de la oposición– que los medios de información estatales han calificado de “terroristas” – incluida la tentativa de asesinato del líder del Partido Popular Revolucionario (CHP), Kemal Kılıçdaroğlu. El CHP es un partido de centro-izquierda, apoyado por los sindicatos en Turquía, y representa la principal oposición. Ha habido otros ataques a políticos del CHP, incluida una tentativa de asesinato del vicealcalde de un distrito de Estambul, que lo dejó en estado crítico, y un ataque al vicepresidente del partido la semana pasada, que resultó herido de bala.
Además, los coalcaldes de la ciudad de Diyarbakir, Gultan Kisanak y Firat Anli, elegidos por abrumadora mayoría de la población, fueron detenidos ayer, junto con otros altos funcionarios del partido prokurdo de izquierdas el Partido Democrático Popular (HDP). Las oficinas del HDP han sido allanadas muchas veces por las fuerzas de seguridad, y los funcionarios elegidos fueron detenidos, con la alegación de tener conexiones con el terrorismo. El Gobierno turco nombra administradores para sustituir a los alcaldes elegidos democráticamente en las ciudades donde los partidos de la oposición, el HDP por abrumadora mayoría, ganan las elecciones.
El secretario general adjunto de la IndustriALL Kemal Özkan dijo:
“Lo que está sucediendo actualmente en Turquía es algo verdaderamente aterrador. La IndustriALL Global Union condena todo acto que debilite a las instituciones democráticas, y expresa su solidaridad con el pueblo turco, con los sindicatos de Turquía, y con las fuerzas progresistas que luchan para mantener viva la democracia.”
“La ruta de Turquía debe ser el establecimiento de un sistema plenamente democrático y con una sociedad con todas las reglas y normas aceptadas internacionalmente. Seguiremos hombro con hombro con todas las instituciones progresistas del país que luchan y resisten para una Turquía democrática, contemporánea y secular.”