23 abril, 2024Hoy se conmemora el aniversario del homicidio industrial de 2013 que dejó más de 1100 personas fallecidas y otras miles de heridas, cuando el edificio Rana Plaza se derrumbó sobre trabajadores y trabajadoras de la confección en Daca, Bangladesh. Este año, el aniversario coincide con la votación final en el Parlamento Europeo de la Directiva de Diligencia Debida en Materia de Sostenibilidad Empresarial (CSDDD). De adoptarse, esta norma haría obligatorio el respeto de las normas ambientales y los derechos humanos, incluidos los laborales, a lo largo de las cadenas de valor globales.
Para ejercer esta diligencia debida de manera eficaz, existe un creciente interés en los acuerdos vinculantes. Esto se debe a un reconocimiento cada vez mayor de que la auditoría social voluntaria es un mecanismo fallido, tanto en términos de protección de los derechos de los trabajadores como de reducción del riesgo para las marcas compradoras multinacionales y sus inversores.
Judith Kirton-Darling, secretaria general de industriAll Europe Trade Union, expresó:
“Hoy, los eurodiputados tienen la oportunidad de hacer un cambio positivo real en la vida de los trabajadores, incluidos los del sector textil internacional, que lamentablemente sigue siendo infame por el abuso de los derechos de los trabajadores. Todas las personas merecen trabajar en entornos seguros y en condiciones dignas, y debemos hacer todo lo posible para evitar otra catástrofe como la del Rana Plaza. Necesitamos que la UE imponga normas estrictas en materia de diligencia debida para que las empresas se hagan responsables por lo que sucede en sus cadenas de suministro, dondequiera que estén”.
La Directiva de Diligencia Debida en Materia de Sostenibilidad Empresarial exigirá que las empresas que operan dentro y fuera de la UE, con una facturación mínima de 450 millones de euros en la UE, ejerzan la diligencia debida en materia ambiental y de derechos humanos a lo largo de sus cadenas de valor.
Oliver Roethig, secretario regional de UNI Europa, declaró:
“La CSDDD traerá consigo avances esenciales para garantizar que las empresas ya no puedan decidir unilateralmente cómo gestionar la diligencia debida en materia de derechos humanos. En cambio, se verán obligadas a involucrar de forma genuina a los sindicatos en todo el proceso de diligencia debida. Una vez que la directiva entre en vigor, estas disposiciones garantizarán que los nuevos requisitos constituyan un avance sustancial con respecto a los enfoques fallidos de la responsabilidad social corporativa”.
Creado a raíz del derrumbe de la fábrica de ropa Rana Plaza por federaciones sindicales internacionales, el Acuerdo Internacional sobre Salud y Seguridad en la Industria Textil y de la Confección, que es legalmente vinculante, ha sido firmado hasta la fecha por más de 200 de las marcas y minoristas de moda más grandes del mundo. Ha resultado en más de 56,000 inspecciones independientes en fábricas proveedoras y contribuido a la resolución de más de 140,000 problemas de seguridad, así como 2 millones de trabajadores han recibido capacitación en materia de salud y seguridad. Actualmente, este Acuerdo está ayudando a salvar vidas en Pakistán.
Atle Høie, secretario general de IndustriALL Global Union, expresó:
“Si bien nos enorgullece el trabajo realizado con el Acuerdo, pedimos más acción internacional para hacer que las marcas textiles rindan cuentas. Si se adopta, la directiva de la UE cambiará para mejor la vida de millones de trabajadores. La ironía de que la votación final caiga el mismo día del aniversario del Rana Plaza no pasa desapercibida, y los trabajadores textiles de Bangladesh exhortan hoy al Parlamento Europeo a apoyar la directiva y responsabilizar a las marcas textiles internacionales”.
La secretaria general de UNI Global Union, Christy Hoffman, declaró:
“Al igual que UNI e IndustriALL hicieron historia al negociar el Acuerdo hace 11 años, los eurodiputados que votarán el día de hoy tienen la oportunidad de cambiar el panorama de la responsabilidad por las cadenas de suministro en todo el mundo. El Acuerdo demuestra la diferencia que pueden marcar los sindicatos y las empresas cuando establecen normas vinculantes con un impacto sectorial. La CSDDD lleva la responsabilidad por las cadenas de suministro a un nuevo nivel y es un gran paso para garantizar que el ‘Rana Plaza: Nunca más’ se convierta en más que un eslogan”.