14 enero, 2016En medio de la noche del 13 de enero, 30 guardias de seguridad abordaron la motonave Portland de la empresa Alcoa para sacar a cinco tripulantes sindicalistas, reemplazándolos por una tripulación compuesta por marineros extranjeros que fueron enganchados para embarcarse en la nave, que zarpó de inmediato rumbo a Singapur.
La tripulación a bordo del buque mercante MV Portland cuenta con representación del Sindicato de Trabajadores Marítimos de Australia (MUA), afiliado a la Federación Internacional de Trabajadores del Transporte (ITF), sindicato mundial hermano de IndustriALL Global Union. El MUA ha estado en conflicto con la empresa propietaria del barco que quería despedir a la tripulación después de llevar el buque de carga Portland a Singapur como chatarra.
El buque MV Portland se utilizaba para transportar minerales de Australia Occidental a la fundición Portland de Alcoa. De acuerdo con la legislación australiana, los barcos de cabotaje como el MV Portland tienen que llevar bandera y tripulación de Australia.
Cuando la nave requería reparaciones y mantenimiento, Alcoa recibió una licencia temporal por parte del gobierno australiano. Sin embargo, no fue pagado el costo de la reparación, y los trabajadores australianos fueron reemplazados por una tripulación extranjera que percibía un sueldo inferior, con peores condiciones de trabajo.
Como fueron reemplazados por una tripulación extranjera y el buque estaba exento de impuestos, los miembros del sindicato decidieron establecer un bloqueo para impedir que el MV Portland realizara su último viaje a Singapur.
Aún antes de que se resolviera el conflicto, Alcoa envió un barco de reemplazo. El MUA cree que Alcoa está tratando de usar el buque de reemplazo para socavar los derechos y condiciones de los trabajadores australianos.
En demostración de apoyo a los marinos australianos que luchan por sus derechos, se aprobó una resolución especial sobre Alcoa en la reunión del Comité Ejecutivo de IndustriALL realizada en Phnom Penh en diciembre de 2015.
Los periódicos conflictos con el fin de aumentar sus beneficios no son ajenos a Alcoa, incluyendo el cierre de instalaciones sindicalizadas.
A principios de enero, Alcoa anunció el cierre de dos de sus instalaciones en EE.UU.: la fundición en el condado de Warrick y la planta de refinería de Point Comfort.
Las operaciones de ambas plantas son realizadas por miembros de United Steelworkers (USW), organización afiliada a IndustriALL; estos cierres impactarán dramáticamente a los trabajadores, sus familias y comunidades.
La empresa plantea que estas instalaciones ya no son competitivas. Sin embargo, al mismo tiempo Alcoa se ha negado a apoyar los intentos de suspender las importaciones ilegales de acero de procedencia china con destino a los Estados Unidos, y ha construido plantas de fundición en Arabia Saudita, que el USW cree pueden ser utilizadas para desplazar la producción estadounidense, usando personal no sindicalizado, sin dejar de tener el acceso al mercado estadounidense.
Tom Conway, Vicepresidente Internacional del USW, señaló al respecto:
“La abundancia en exceso de aluminio en el mercado mundial, así como en nuestras otras industrias que producen materias primas básicas, ha creado una debilidad sistemática de los mercados y condiciones de fijación de precios. Frente a esta superabundancia de capacidad global innecesaria, ¿cómo podrán los trabajadores estadounidenses competir con productos comercializados de manera injusta e ilegal? En vista de esta sobrecapacidad, las leyes comerciales de nuestra nación deben ser sometidas a análisis auténticos y honestas revisiones”.