3 septiembre, 2020Lizaveta Merliak, secretaria internacional del Sindicato Independiente de Bielorrusia (BITU), afiliado a IndustriALL Global Union, fue detenida frente a su casa en Grodno el 30 de agosto. Gracias a la presión de los activistas tanto dentro como fuera del país, Merliak fue puesta en libertad, pero tendrá que ir a juicio más adelante.
Dos hombres vestidos de civil se acercaron a la activista sindical por la tarde cuando regresaba a casa junto con su esposo y su hijo pequeño. Sin presentar una orden judicial, la agarraron, tomaron su teléfono y la metieron en un automóvil. Uno de los hombres mostró brevemente una identificación, sin dejar tiempo suficiente para leer lo que decía. La intervención fue parecida a un secuestro.
Posteriormente, trasladaron a Lizaveta a la comisaría de policía local, donde varias personas la interrogaron sobre su participación en la manifestación contra las elecciones fraudulentas que había tenido lugar ese mismo día. Fue liberada al cabo de unas horas, pero la policía mantuvo su teléfono y le avisó que la citarían a una audiencia judicial.
Cuando se la llevaron a la policía, su esposo llamó al dirigente sindical local y este informó a otros compañeros acerca de la situación. Al parecer, la comisaría recibió muchas llamadas tanto desde dentro como fuera de Bielorrusia, en las que activistas sindicales exigieron explicaciones sobre los motivos del arresto. Sin duda, estos actos de solidaridad influyeron en la liberación de Lizaveta.
Lizaveta Merliak expresó:
“Quiero agradecer a todos: en gran medida me liberaron gracias a su solidaridad. Desafortunadamente, en este momento, otros sindicalistas, entre ellos Mikalaj Zimin, ex presidente del BITU, y Anatoly Bokun, copresidente del comité de huelga en Belaruskali, siguen en prisión. Les insto a que extiendan su solidaridad con ellos y con todos los activistas sindicales y laborales que actualmente están siendo perseguidos en Bielorrusia”.
El BITU cree que uno de los motivos detrás del arresto de Lizaveta puede ser los vínculos activos del sindicato con los comités de huelga en diferentes empresas del país.
En Bielorrusia, durante las recientes elecciones presidenciales de agosto, se informaron numerosos casos de fraude y manipulación. Como respuesta a la violencia extrema, los arrestos y las detenciones orquestadas por el presidente autoritario Alexander Lukashenko, surgió una ola de huelgas espontáneas y manifestaciones no oficiales por parte de los trabajadores en las mayores empresas del país.
Los trabajadores crearon comités de huelga para coordinar las manifestaciones y las autoridades respondieron con represión e intimidación. Muchos miembros de los comités de huelga tuvieron que retirarse debido a la enorme presión ejercida sobre ellos mismos y sus familiares, al tiempo que algunos llegaron a escaparse a los países vecinos por temor a su vida y su libertad.
Fotografía: Piotr Markielau