29 noviembre, 2012El 25 de noviembre, Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, se conmemoró en Estambul con una serie de actos durante varios días.
Los acontecimientos se iniciaron con una concentración en la Plaza de Taksim, donde mujeres de la Plataforma de la Coordinación de las Mujeres de la confederación de sindicatos Turk-Is lanzaron globos con el eslogan Somos sindicalistas, condenamos la violencia. Y los días de acción terminaron el domingo por la noche, con miles de miembros de organizaciones femeninas, sindicatos y partidos políticos reunidos en la plaza de Taksim.
La plataforma de las mujeres también apoyó las acciones llevadas a cabo por el sindicato de líneas aéreas Hava-Is para que se readmita a 305 trabajadores despedidos por las Líneas Aéreas Turcas por luchar por sus derechos. Las dos terceras partes de los despedidos son mujeres.
La violencia contra las mujeres reviste muchas formas. Puede haber violencia en forma de despido por reivindicar derechos, se puede negar el permiso de maternidad, puede ser la pobreza, puede ser mujeres que mueren en una fábrica textil totalmente calcinada en Bangladesh, puede ser maltrato, golpes, hostigamiento, asesinato.
Los defensores de los derechos de las mujeres en Turquía han calculado que el número de mujeres asesinadas aumentó un 1.400 por ciento entre 2022 y 2009. Un estudio reciente ha revelado que el 42 por ciento de las mujeres en Turquía sufren violencia física o sexual a manos de su marido o de su compañero. La violencia contra las mujeres es un fenómeno casi diario en Turquía, donde parejas, compañeros o maridos maltratan o matan regularmente a las mujeres.
Sin embargo, no hay por qué señalar particularmente a Turquía. En Estados Unidos, cada 9 segundos una mujer es agredida o golpeada. Las víctimas de la violencia doméstica pierden cerca de 8 millones de días de trabajo remunerado al año, tan sólo en Estados Unidos: el equivalente de 32.000 empleos a tiempo completo. En Brasil la violencia doméstica afecta a cuatro de cada diez mujeres, y en España muere una cada semana, la mayoría a manos de su pareja. La evidencia muestra que la violencia aumenta como consecuencia de la crisis, pero la crisis no es la única causa.
Entretanto, los sindicatos abordan la violencia contra la mujeres como una cuestión sindical, no sólo en la lucha contra el acoso sexual y el hostigamiento en el trabajo, sino también para eliminar la violencia doméstica. Lo probable es que las mujeres que sufren violencia no participen en los sindicatos, y que no intervengan en las luchas sindicales. Por eso cada vez hay más sindicatos que se alzan contra la violencia contra las mujeres el 25 de noviembre y todos los días.