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PERFIL:Sindicatos promueven la estabilidad

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3 diciembre, 2014Los sindicatos libres, democráticos e independientes de la región del Medio Oriente y África del Norte se hacen cada vez más fuertes. Túnez es buen ejemplo de cómo los sindicatos pueden desempeñar un papel clave en el desarrollo de nuevas sociedades democráticas

PROFIL

COUNTRY: Tunisia

TEXT: Ahmed Kamel

La revolución que se dio en Túnez en 2011 llevó al país, a través de un camino lleno de obstáculos, hacia la democracia. A pesar de una serie de crisis políticas, incluyendo asesinatos de figuras políticas clave, el 26 de enero de este año se aprobó por fin la primera constitución democrática del país.

En general, la nueva Constitución ha sido alabada por su modernidad; sin embargo, se retrasó su elaboración debido al estancamiento político que se produjo mientras los diferentes partidos políticos discutían sobre el papel del islam en Túnez, uno de los países más seculares del mundo árabe.

La Asamblea Nacional de Túnez aprobó los artículos definitivos de la nueva constitución del país que consagra la libertad de sindicación, derecho de los sindicatos a representar a los trabajadores, el derecho de huelga, igualdad de género y protección de las mujeres contra la violencia.

Con abrumadora mayoría, de 200 del total de 216 votos, finalmente la Constitución fue aprobada en la Asamblea Nacional Constituyente.

La mayor central sindical del país, la Union Générale Tunisienne du Travail (UGTT) y sus sindicatos afiliados, incluyendo los afiliados de IndustriALL Global Union en ese país, han desempeñado un papel crucial en el desarrollo de la nueva constitución. Un aporte importante ha sido la “ruta para el desarrollo nacional”, plataforma en la que los partidos políticos pueden reunirse a fin de lograr una transición democrática.

Durante el período de transición y sus diversos experimentos constitucionales, la UGTT siguió siendo el único ámbito donde cabía realmente la acción colectiva. Después de lograr distanciarse de la dictadura, ofrecía una base armoniosa para resolver las diferencias políticas. Gracias a la lógica establecida por este proceso, se creó la “constitución consensuada” que formó las bases para un entendimiento entre islamistas y modernistas.

Fundada en 1946, la UGTT es una central nacional, con miembros afiliados que provienen de diferentes regiones, de diversas orientaciones políticas y de varios grupos sociales. A consecuencia de esta diversidad de sus afiliados, se ha desarrollado en la UGTT una cultura de concesiones mutuas en lugar de establecer posiciones en base a orientaciones ideológicas y partidistas.

En los meses que siguieron la primavera árabe, la intervención activa de la UGTT permitió que siguieran las operaciones de producción en los lugares de trabajo y fábricas, lo que también contribuyó significativamente a la estabilización del país. Además, se puso fin a la práctica de la subcontratación del empleo público, de manera que 60.000 trabajadores volvieron al trabajo con puestos permanentes.

Gracias al éxito del trabajo sindical después de la revolución, ha aumentado vertiginosamente, en más de un 30%, el número de afiliados de la UGTT, que ahora cuenta con 750.000 miembros.

Las mujeres en Túnez

La nueva Constitución de Túnez también podría significar un gran cambio para las mujeres en el país, gracias a la aprobación de una cláusula que garantiza la igualdad de género en las asambleas legislativas, exigiendo también que se tomen medidas para proteger a las mujeres contra la violencia.

Los hombres y las mujeres tunecinas son iguales ante la ley; este principio básico de equidad fue aprobado así gracias a la introducción de la Ley del Estatus Personal de 1956. Por otra parte, es seguro que, si se aplican en la práctica, van a ser de importancia histórica cláusulas como el artículo 45, que obliga al gobierno a crear paridad para las mujeres en todas las asambleas legislativas del país.

Según una encuesta realizada por la Confederación Sindical Internacional (CSI) sobre la situación de las mujeres en los países árabes, la nueva Constitución de Túnez puede considerarse una victoria para la igualdad de género. Junto con la sociedad civil y sus aliados políticos, el comité de mujeres de la UGTT desempeñó un papel importante en la redacción de la Constitución y en el cabildeo para lograr apoyo para los artículos que promueven igualdad de género y derechos de la mujer.

El desempleo y la falta de oportunidades de empleo decente figuraron significativamente como causas de la revolución en 2011. En comparación con la situación laboral de los hombres, las mujeres muestran una baja tasa de empleo: 22% frente al 61%. La mayoría de las mujeres trabaja en los sectores textil, de la confección, agricultura, administración, educación y servicios de salud, y en la economía informal. El sector textil y de confección es especialmente vulnerable debido a la competencia mundial, lo cual crea inseguridad laboral de las mujeres. Por lo general son las primeras en ser despedidas en cualquier reestructuración en situaciones de dificultades económicas.

En Túnez, el trabajo informal constituye un 54% de los empleos. Debido a la desigualdad de acceso al mercado de trabajo formal, las mujeres se ven presionadas para tomar puestos de trabajo informales. Los trabajadores y trabajadoras informales son todas víctimas de discriminación en Túnez, ya que no tienen protección social. Falta la protección necesaria para las mujeres trabajadoras y para evitar deterioro de las condiciones laborales de trabajadoras subcontratadas y con trabajo precario.

IndustriALL apoya la Red de Mujeres de Túnez, recientemente fundada por los cuatro afiliados de nuestra Internacional en ese país. La red tiene el cometido de fortalecer la posición de las mujeres trabajadoras a nivel sectorial, desarrollando estrategias para promover la participación de las mujeres en el proceso de toma de decisiones, en la lucha contra el trabajo precario, y en campañas sobre cuestiones relacionadas con las mujeres en todo el país.

El énfasis que los sindicatos de Túnez han puesto en mejorar los derechos de las mujeres trabajadoras ha ayudado a movilizar a las trabajadoras en apoyo de sus reivindicaciones salariales. En Túnez, se centra la atención en la negociación colectiva para conseguir progreso salarial, en lugar de esperar a que el gobierno o el poder judicial tome iniciativas para aumentar los sueldos.

En conclusión, Tahar Berberi afirma:

El desarrollo de la fuerza de la negociación colectiva y de la capacidad sindical a nivel sectorial es la mejor estrategia para lograr un aumento salarial.