31 agosto, 2021El 27 de agosto, 17 trabajadores en la ciudad de Mehran, Pakistán, murieron cuando un incendio arrasó una fábrica ilegal que producía bolsas. Las salidas y las ventanas estaban bloqueadas, por lo que los trabajadores no tenían salida. Este incendio es un duro recordatorio de la inutilidad de las leyes de protección sin la implementación adecuada.
La única entrada y salida a la fábrica ilegal de BM Industry estaba cerrada con llave, al igual que la puerta hacia la azotea, que podría haber sido utilizada como ruta de escape, al tiempo que las ventanas estaban cubiertas por rejas de hierro. Los intentos de combatir el incendio recién comenzaron dos horas después de su inicio.
Entre los 17 trabajadores que perdieron la vida en el incendio había tres hermanos: Irfan, de 37 años, Farman, de 33, y Farhan, de 30. Dos hermanos más de la misma familia apenas lograron escapar con vida.
Afzal, uno de los hermanos sobrevivientes, expresó:
“Solo escapé del incendio porque había bajado a buscar nuestro pedido de té cuando escuché gritos pidiendo ayuda desde arriba. Dejé todo para subir corriendo las escaleras, pero no pude ir. Las llamas se habían extendido en cuestión de segundos. Se habían tragado las escaleras”.
Según Afzal, el asesor del ministro principal y abogado administrador de Karachi, Murtaza Wahab, prometió a las familias de los fallecidos 1 millón de rupias (6000 dólares estadounidenses) como indemnización, junto con raciones de alimentos y educación gratuita para sus hijos huérfanos.
Nasir Mansoor, secretario general de la Federación Nacional de Sindicatos de Pakistán, afirma que el incendio le recuerda al incendio de la fábrica de Baldia en 2012, donde murieron 259 trabajadores.
“Si se hubiera aprendido la lección del incendio de 2012, tal vez este incidente nunca hubiera sucedido. Las autoridades manejaron el caso de la fábrica Baldia a nivel político y pasaron por alto deliberadamente la corrupción y la incompetencia de los departamentos gubernamentales”.
“Exigimos una indemnización tanto a los propietarios como al gobierno. También debe realizarse una investigación judicial sobre la causa del incendio”.
Según Mansoor, Pakistán es signatario de 32 convenios mundiales sobre trabajo decente y salud y seguridad laboral. No obstante, debido a la corrupción entre el gobierno y los empleadores, su implementación es nula.
“Este es otro ejemplo terrible de trabajadores que pagan el precio máximo, y esta búsqueda mortífera de ganancias debe terminar. Es necesario tomar medidas inmediatas, en consulta con los sindicatos, para mejorar la salud y la seguridad de los trabajadores en Pakistán”,
expresó Valter Sanches, el secretario general de IndustriALL.